La Roca volcánica de Pumizolan es una partícula redonda de roca ígnea. Procedente de la solidificación y enfriamiento del magma volcánico.
La existencia de gases a gran presión y temperatura que se enfrían dejan estructuras características alveolares en el interior.
Sus propiedades poro-simétricas lo hacen muy conveniente para el drenaje del agua y las raíces de las plantas, debido a su alta permeabilidad. Esto también permite el mantenimiento mínimo del potencial gravimétrico osmótico del substrato, tiene baja actividad y un pH neutro que no interfiere con los requerimientos de las plantas.
Se trata de un sustrato tan original que destaca por sus cualidades decorativas. Es por ello ideal para complementar el diseño final del bonsái con el que ponerle la guinda al pastel. Destaca por su liviandad y drenaje casi nulo, lo que hace de este producto todo ventajas.
El uso de este tipo de rocas para el cultivo de plantas, en macetas o jardineras se remonta a la antigüedad. Un simposio romano del s. XVII nos describe como las primeras figurillas de bonsáis fueron realizadas a partir de conchas marinas, urnas y vasijas pobres con su propia arena.
