Las pruebas científicas realizadas , certifican que las plantas utilizan las vitaminas para crear carbohidratos que son los encargados de proporcionar la energía necesaria para un crecimiento fuerte y vigoroso y para la producción final de aceites esenciales.
Por otro lado, las plantas usan vitaminas como la B1(Tiamina), para generar respuestas de inmunidad frente al estrés abiótico del medio; y también del ataque biótico de plagas y enfermedades. se favorece el desarrollo de raíces facilitando la nutrición y las plantas se vuelven más resistentes a los golpes, el trasplante o la clonación.
La vitamina B2(Riboflavina) fortalece la resistencia sistémica frente a la mayoría de los posibles contaminantes presentes en los cultivos que a veces se confunden con deficiencias nutricionales mientras dañan insidiosamente sus plantas.
Otra vitamina crucial es la B3, cuya deficiencia provoca retraso en el crecimiento, poca resistencia al estrés y un rendimiento final demasiado bajo. O la B7 (Biotina), que interviene decisivamente en varios procesos de la planta como la producción de energía, carbohidratos y síntesis de aminoácidos, todos claves para la salud general y productividad de las plantas.
Por último, el ácido fólico aportado es absorbido fácilmente por las plantas, sobre todo si la luz es intensa, y contribuye a la formación de tejidos y al fortalecimiento de tallos y flores.
Modo de uso:
Mezclar 2 ml por cada litro de disolución nutriente desde la tercera semana de crecimiento hasta la semana previa a la cosecha. Use la última semana 8 para lavar las raíces.
Si tiene una variedad de larga floración use B-52 como se ha descrito anteriormente y haga el lavado la última semana antes de cortar.
Formatos disponibles:
Envases de 250 ml y 500 ml
Envases de 1L, 4L y 10L
Composición:
Nitrógeno (N): 2%
Fósforo (P): 1%
Potasio (K): 4%
Vitaminas: B1, B2, B3, B4, B5, B7.
Ácido fólico, extracto de kelp.