La White Widow es sin duda alguna una de las variedades más famosas de cannabis de todos los tiempos – y con mucha razón. Esta mezcla de genes brasileños y del sur de la India es conocida por su extrema potencia y producción de resina. Puede que el subidón que induce la White Widow sea de una Indica, pero la duración de su período de floración es bastante larga – en un cuarto de cultivo tarda 8-10 semanas a llegar a la plena madurez. Pero si miras los rendimientos de 700-800 g/m² en el interior, te apaciguarás fácilmente tras la espera. En el exterior, las plantas estarán listas para la cosecha a finales de septiembre, y cada planta tiene el potencial de producir hasta 900 gramos.
La White Widow desarrolla unos brotes muy resinosos – de hecho, parece que la planta haya sido golpeada por una ventisca. Y en cuanto a la potencia, la White Widow no es nada tacaña. El 18% de la producción es THC y garantiza una agradable embriaguez rápida, contundente y de larga duración. La White Widow crece muy bien en un entorno ScrOG, y mucho más en sistemas hidropónicos.